Si alguna vez alguien te dice que eres tú quien elige tus intereses especiales, por favor dile de mi parte que eso es una mentira cochina. Porque si de verdad pudiera controlar qué me gusta y qué me deja de gustar, yo no estaría escribiendo este texto.
Pero sí… Digamos que estoy de luto por dos intereses especiales, y creo que solo un puñado de gente puede llegar a entender cómo me siento. Pero afortunadamente, esto es mi blog, así que puedo explayarme con la seguridad de que el peor escenario posible es que tenga que borrar algún que otro comentario fuera de tono.
Antes de empezar, dejad que os cuente algo que a mi novia y a mí nos asusta mucho: el día que Bob Esponja oficialmente termine. No por mí, por ella. El día que Stephen Hillenburg murió fue bastante duro para ella, hasta el punto de que su buzón de entrada en Tumblr se llenó de mensajes de gente preocupada por su bienestar porque saben lo importante que es Bob Esponja para mi chica. Así que claro, el día que ya no haya más Bob Esponja… Bueno, solo espero que no sea el mismo día que confirmen que no habrá más Pokémon, o la tenemos.
Así que sí, lo “bueno” de mi situación actual es que ninguno de esos intereses especiales es Pokémon, así que no es algo que vaya a peligrar mi bienestar como persona autista. No obstante, debido a la naturaleza de la muerte de estos dos intereses especiales, no puedo evitar mirar ciertas cosas con más cinismo del normal. Que sí, que sé que últimamente estoy a lo “mirad, sé que es cínico, ¿vale?”. Pero os prometo que después de leer todo esto me vais a entender mejor.
Voy a empezar hablando del que me es más fácil de compartir: Cats vs Pickles. He intentado ver si estos pequeños peluches se venden en España, y por lo menos Juguettos no los tiene en su página web, así que asumiré por ignorancia que no están en venta. Bueno, dejad que os diga que es mejor así, vais a ahorraros muchísima frustración.
La idea de estos peluches es que están inspirados en una premisa simple, pero absurda: los gatos tienen miedo de los pepinos. Hay suficientes vídeos en Youtube para comprobar que este hecho es cierto, así que no asustéis a vuestres gatetes.
¿Problemas? Que estos peluches son vendidos como “peluches coleccionables” o algo así. Como los Beanie Babies de los 90… Incluido el hecho de que realmente no tienen tanto valor como alguna gente se piensa. Aparte, el modelo principal de peluche suele ser vendido en… ¡BOLSAS SORPRESA! Y sí, odio las bolsas sorpresa.
Y la cosa que más me ha enfadado de esto. Mirad, antes de julio, podía gastarme unas 100 libras al mes, más o menos, en diferentes peluches y demás, lo cual realmente no es mucho. No obstante, el hecho de que están sufriendo de lo que voy a llamar el síndrome de Bob Esponja (el afán de ordeñar la vaca con spin-offs sin sentido y que realmente no aportan nada, desviando atención y recursos del contenido original) y que ahora su mentalidad de “Todo para Estados Unidos” hace que más de la mitad de las cosas no salgan de ahí, ni siquiera hacia Canadá. Como, por ejemplo, un peluche inspirado en Edgar Allan Poe. ¿Lo queréis? Bueno, pues si no compráis determinadas bolsas sorpresa en Estados Unidos, ¡nunca más! Y así, muchos más modelos que no salen.
Afirmo sin exagerar que no me he gastado ni un duro en Cats vs Pickles desde septiembre. Y quién sabe si lo volveré a hacer, sabiendo que muchísimos modelos no van a salir de Estados Unidos e importarlos no solo es caro: dependiendo de dónde lo compres el paquete en cuestión puede acabar en manos de ciertas compañías mensajeras con menos escrúpulos que un juez de derechas.
Resumiendo: esto me va a hacer odiar aún más la idea de “objetos coleccionables” y bolsas sorpresa. Ah, y los malditos especuladores hinchando precios a ver si cuela. Pero eso ya lo odiaba de antes, así que no sé si cuenta.
El otro interés especial… Bueno, es más colectivo, creo, y la verdad es que en este caso podríamos hablar de… ¿Asesinato? Es un poco increíble si esto se lee sin contexto alguno, pero bueno, voy a intentar explicarme.
Creo que no es la primera vez que escribo sobre Shining Live en este blog. Pero tampoco la tercera. Tampoco creo que la haya. Más que nada porque la compañía detrás del juego ha decidido cerrar los servidores de la versión global del juego justo después de navidad. ¡Qué guay!
Así, amiwis, es como aquí le menda se ha quedado sin contenido que pueda entender de dos de los personajes de ficción que me dan cierto sentido de confort: Reiji Kotobuki y Camus.
Tener un juego en inglés, aunque muy limitado, estaba bien. No obstante, ahora que Klab ha decidido cerrar el servidor global después de unos casi cinco años en favor de lanzar un juego de Boku no Hero Academia es bastante cuestionable. Porque oye, quizá hace cinco años sacar un juego para móviles de ese anime era UNA SEÑORA IDEA, de esas que puedes decir que imprimen dinero. Pero a unos días de 2023, cuando en mi honesta opinión tiene más sentido sacar un juego de SpyXFamily, me hace pensar que si de verdad Klab está perdiendo dinero a espuertas, es obvio el por qué.
Ojo, nadie me impide ir a eBay ahora mismo, comprar merchandising de cualquiera de mis señoros y admirarlo en toda su gloria. Y claro, puedo seguir escuchando las canciones que vayan sacando… Pero sin saber japonés, sé que no va a ser lo mismo, y más sabiendo que la mentalidad detrás de muchos de estos productos es… ¡Todo para Japón! Es triste, lo sé. No más triste que perder todas las cartas digitales coleccionadas con esfuerzo durante estos cinco años. Que sí, que son jpegs, pero tienen valor sentimental. Y no soy la única persona que se ha quejado de esto.
No quiero preocuparos mucho porque sinceramente lo estoy llevando bien. No obstante, sé que si hubiera sido algún otro de mis intereses especiales, o hubiera pasado en otro momento de mi vida, estaría mucho menos estable. Pero nunca olvidéis que para nosotres, les autistas, nuestros intereses especiales son nuestro refugio. Y bueno, este año me ha quitado dos de un plumazo. ¿Lo peor de todo? Como siempre, poderoso caballero es Don Dinero.
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