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domingo, 12 de marzo de 2023

Lidiando con tests preliminares

Foto de stock mostrando un test y un lapicero amarillo.
¿Alguien se acuerda de mis intenciones de hacerme las pruebas del TDAH? ¿Y lo mal que parecía que todo estaba yendo?

Pues tengo buenas noticias: conseguí hablar con mi médico de cabecera acerca de ello, y ella está de acuerdo en que necesito esas pruebas. Y parece que la lista de espera en mi zona no es muy larga comparada con otras zonas del país. Así que bueno, las cosas avanzan. Despacito, pero avanzan.

Así, de sorpresa, tenía una carta bastante gruesa esperando por mí en el buzón, a principios de febrero. ¿Ya se me había ido la flapa comprando cartas de Pokémon? Pues no, era un puñado de tests preliminares, necesarios para avanzar en el largo y desconcertante camino de conseguir un diagnóstico de TDAH. Y creedme, no exagero con mis palabras.

Supongo que no soy la primera ni la última persona que está en este meollo, pero yo no tengo a nadie que pueda hablar de mi infancia. Porque mi madre es una narcisista y una maltratadora, hasta el punto de que no quiero ser vinculade con ella de ninguna manera. Y mi padre… Me limitaré a decir que sus problemas son, muy probablemente, consecuencia de vivir con TDAH sin diagnosticar. Es que por no tener a nadie, no tengo amigues, o nadie de fiar, que pueda dar fe de los contados recuerdos que tengo de mi infancia. ¡Es que ni siquiera vivo en el mismo país!

Para aquelles que estéis pensando en meteros de lleno en el proceso de obtener un diagnóstico, mi consejo es que cuidéis mucho vuestra salud mental, porque os va a tocar recordar cosas de épocas de vuestras vidas que pueden no ser muy favorables. Los tests preliminares que he rellenado preguntan por cosas como mi época escolar, si era víctima de bullying, si se me culpaba por ese bullying, si mis notas tenían sentido de acuerdo a mi esfuerzo académico… Mil cosas.

Pero ojo, también preguntan cosas de tu vida adulta que ya son más delicadas, como consumo de drogas o problemas con la autoridad. Aunque esta parte no ha sido la peor para mí, lo cierto es que ha sido un ejercicio de vulnerabilidad bastante duro, hasta el punto de que he decidido omitir un detalle pequeño y que sé que no cambiará las cosas, pero que sacar a la luz podría causarme un episodio bastante malo de estrés postraumático.

Y los tests… ¡Cielo santo, los tests! Cierto es que la mayoría son los típicos pre-screener tests que puedes encontrar fácilmente en otras páginas webs, y que ya me recomendaban buscar ayuda profesional. Pero el hecho de que he necesitado unos cuantos días para rellenar todo debería reflejar la magnitud del papeleo que he rellenado.

A mi novia le ha tocado hacer un test respecto a mis síntomas actuales. Para asegurarme de no influir sus respuestas, le pedí que lo rellenara cuando yo estuviera en la ducha. Fue una buena idea, porque así ella podía ser honesta con sus observaciones, que no están muy lejos de las mías propias.

Al final, he revisado con cuidado cada página y he enviado el formulario completo de vuelta, mucho antes de la fecha límite. Me conozco demasiado bien, y sé que si lo voy dejando al final la liaré muy parda. Y esto no es una situación de “llámanos antes de dos semanas o te quitamos de la lista de espera”. En este caso me dieron cuatro semanas completas. Apenas he necesitado dos. Pero de nuevo: me conozco. Soy del club que prefiere matarse una tarde y acabarlo todo lo antes posible, porque la otra opción es hacerlo todo deprisa y corriendo el día antes. Y con las huelgas del servicio postal, es un juego peligroso.

En teoría, la lista de espera en mi zona es de nueve meses, según mi médico de cabecera. Contando con que se me ha añadido a la lista en diciembre, deberían hacerme las pruebas alrededor de agosto. Para ese entonces habré cumplido 32 años. Sé que no es tarde ni mucho menos, pero considerando que a mí el autismo se me diagnosticó de niñe, pues no sé… Ahora no es el momento de pensar en esto, creo. Lo que sí sé es que soy afortunade, porque sé de otras zonas de Reino Unido donde las listas de espera son de dos, tres y hasta cuatro años. Así normal que la gente al final acuda a la sanidad privada.

Sinceramente, me imagino a quién sea que tenga que leer mis formularios comiendo de un cubo enorme de palomitas. Porque vale, cierto es que no tengo problemas de adicción a sustancias, y tampoco problemas con la policía aparte de pensar que ACAB. Sin embargo, el tener que hablar sucintamente de mis problemas familiares, de los problemas de salud que circulan por mi familia y todo el dramote de “Mira, que sí, que ya sé que soy autista y tal, pero es que te digo yo que muchas de estas movidas no las explica el autismo” es, cuanto menos, interesante. Y se preguntarán: “¿Y a nadie se le ha ocurrido hacerte las pruebas de TDAH antes?” Y yo tendré que decirles que incluso yo creía que mi autismo y el TDAH estaban tan mezclados que no tenía punto. Pero vaya si lo tiene.

No, si al final le voy a tener que dar las gracias a los TikTok que han llegado a Facebook por darme la hostia de realidad que necesitaba. Porque sin ese golpe no habría llegado aquí. Pero todavía queda.

De momento, los papeles ya están mandados.

sábado, 26 de noviembre de 2022

La rueda atascada

Me he tirado a la piscina… Y me he hostiado contra el fondo, más seco que un bocata de polvorones.

Pues he decidido empezar a mover la rueda que supone obtener un diagnóstico de TDAH en el sistema de salud público inglés, NHS para los amigos. Y técnicamente no he hecho nada y ya estoy hasta mi papo no binario. Genial, ¿verdad?

Por sugerencia de cierte youtuber, decidí hacer uso del Right to Choose, que es tal como suena: les pacientes que vivimos en Inglaterra tenemos derecho a elegir nuestro proveedor para ser tratades. Muchas veces eso puede significar recibir un servicio de calidad equivalente a ir por la vía privada. Con un poco más de espera, pero normalmente menos que la vía pública. Con esa información en mano, relleno los papeles y le paso los archivos a mi suegra para que los imprima.

Y aquí es donde viene la parte divertida. Le di un tercer archivo a mi suegra: mi deed poll. En pocas palabras: es un certificado unilateral que expresa mi voluntad de cambiar mi nombre legalmente. Sin abogados ni nada. Coges una plantilla que esté correctamente redactada, firmas el papel con dos testigos y hala, nombre cambiado. Que sí, que sé que esto no es válido en España, pero como seguramente no vuelva... ¿Qué más da que tenga un pasaporte feúcho con el necrónimo?

La fecha que puse en mis documentos médicos era el 15 de octubre. La fecha de mi deed poll era el 31. Dos semanas más tarde.

Efectivamente, ahora tengo dos papeles médicos con mi necrónimo porque… Entre mis niveles de procrastinación y la imposibilidad de coger una cita con el médico de cabecera hacen que ahora mismo esté muy, muy frustrade.

He intentado pedir una cita en persona, para nada. Porque con toda la movida de la pandemia y la NHS en venta ahora te obligan a rellenar un formulario online, el cual solo suele estar disponible de 8 a 9 de la mañana. ¿Y sabéis quién empieza a trabajar a las ocho exactas? ¡Exacto!

Para poneros en contexto… Cuando fui en persona era el 9 de noviembre, acompañade de mi novia por eso de la ansiedad social. La recepcionista, muy maja, pero no había forma: online sí o sí. Pues la mañana siguiente hice el dichoso formulario, el cual decía que no podrían responderme hasta el día 15.

Y el martes 15 llegó. Silencio total.

Entonces mandé otro formulario en la mañana del 16. Porque lo siento mucho, si alguien cree que mi TDAH va a desaparecer al ignorarlo… Me temo que así no funcionan las neurodivergencias en absoluto. Y no voy a mentir, el mensaje de mi segundo formulario tenía palabras algo menos amables, fruto de mi frustración. Y bum, al fin una respuesta: un médico me respondería… la tarde del 28 de noviembre. Sin más información. Un SMS diciendo eso, ya está.

Y aquí estoy, el sábado antes, que no sé si lo mío es síndrome del impostor, el hecho de que la cita que he ido pidiendo va a ser por teléfono, las cuales ODIO con toda mi alma o quizá el hecho de que sé que yo no me sé explicar por teléfono porque ya lo paso bastante mal intentando entender lo que dice mi interlocutor debido al crujir de fondo que hay en todas las llamadas de teléfono. Sí, ese crujido de fondo que la gente parece ser capaz de ignorar, pero que a mí me dificulta la vida.

Encima como algo me dice que, de ser una llamada de teléfono, mi novia no va a poder apoyarme y poner su granito de arena… Algo me dice que voy a tener que ser muy, muy insistente si quiero empezar a mover la pelota. Y lo triste es que sé que no estoy mentalmente al 100%, así que si me toca un médico gilipollas voy a necesitar muchísima ayuda para volverlo a intentar.

¿Y sabéis qué es lo que más me frustra? Yo podría estar relajándome, jugando al nuevo Pokémon, pero aquí estoy. Intentando averiguar las intenciones de mi centro médico he preguntado en Reddit si se pueden negar a darme cita y… Un señor me ha preguntado que para qué quiero que me diagnostiquen jaja salu2. No sé vosotres, pero no quiero convertirme en le cybergoth del cementerio a mis tiernos 31 añitos, ¿no creéis?

sábado, 10 de septiembre de 2022

Mi TDAH-drama

... Otra vez metide en movidas de médiques, yaaaaaaay.

No sé qué pensar. Y la verdad, este escrito es básicamente la madre de todos los ranteos, porque sinceramente no sé lo que hacer. Porque ya he tenido experiencia lidiando con médiques ingleses a la hora de conseguir un diagnóstico de salud mental. Porque ya he tenido suficientes medidramas solo para que me hicieran casito con el problema de la fístula colovesical. Que, por cierto, casi me muero. 0/10, es una experiencia que no le recomendaría a mi peor enemigue.

Pero me guste o no, creo que va siendo hora de que lo acepte: es muy probable que tenga TDAH. Es más: tanto mi novia como yo lo tenemos en una alta probabilidad. Solo que, por alguna gracia divina, nos podemos complementar lo suficientemente bien para poder vivir soles.

El problema es... Hay varios problemas impidiéndome o retrasándome a la hora de decir "Mira, a la mierda, vamos a por ese diagnóstico, a ver si hay alguna medicación o algo que me pueda echar una mano y hala". Porque sinceramente, creo que lo que hace la situación fea es el hecho de que mi disfuncionalidad ejecutiva es lo que se lleva la peor parte. Puedo estar sentade en el sofá durante horas pensando en que tengo hambre. Pero claro, entre una cosa y otra, no tengo las cucharas para levantarme y coger... Una bolsa de Doritos. ¡Y ni hablar de cosas más complejas!

Transfobia

Empezamos fuerte. Qué bien.

Como sabéis, me llamo Sariel, y uso elle como mi pronombre. En inglés uso they/them. Resumiendo: soy no binarie. Y por eso, no existo. Y he tenido experiencias muy malas intentando pedir que se me respete.

Y sin entrar en el movidorro legal que supone cambiar mi nombre (tl;dr seguramente renuncie a mi nacionalidad española si alguna vez consigo la nacionalidad inglesa, y aún así me espera una montaña de papeleo), como estoy fuera del binario, pues parece que no merezco respeto. A pesar de que incluso mi novia se tiene que meter en medio. Pero, a día de hoy, el único sitio fuera de casa en el que se me respeta más o menos es... ¡El trabajo! Lo sé, sorprendente. ¿Pero médiques? No. Ni une.

Aparte, tenemos una ración muy fuertecita de mismisoginia. Porque claro, como no hay forma real de ser no binarie, la gente me seguirá leyendo como mujer. Por lo tanto, se me seguirá encasquetando una serie de prejuicios y falsedades que jugarán en mi contra. Porque claro, ¿cómo me atrevo a ser neurodivergente?

Capacitismo

Consultando el historial médico que la NHS tiene sobre mí, tengo un diagnóstico formal de autismo. De hecho, aparece como espectro autista. Mi médico de cabecera me ha diagnosticado informalmente con depresión y ansiedad. Y si alguien se aburre mucho leyendo mi historial, puede ver que incluso se me recetaron antidepresivos en 2016, que nunca he tomado por razones que no vienen a caso.

¿Qué significa todo esto? Si la suerte no está de mi parte, quien acabe por verme puede achacar todas mis dificultades al hecho de que soy autista. Cuando, sinceramente, no creo que sea el caso. Y si eso pasa... Quita, no quiero pensar.

Sí, hay mucha gente ahí afuera que el autismo y el TDAH no pueden ir juntitos de la mano (?, por eso de que se solapan. Pero solo porque algunas cosas se solapen no quiere decir que no pueda ocurrir. Y me huelo que esto me puede pasar, en parte por mismisoginia, en parte por capacitismo, y es horrible.

¡Y otra cosa! Quien le puso el nombre al TDAH no estaba usando la cabeza, porque esa H al final es por Hiperactividad, lo que significa niñOs corriendo sin para durante horas, según cierta gente. Y no, amigues, esa hiperactividad normalmente es mental. ¿Y a qué viene esto? Quien vaya a diagnosticarme me verá, se dará cuenta de que estoy gorde y pensará que cómo puñetas puedo ser hiperactive y, por lo tanto, tener TDAH, si estoy gorde. Que sí, es ignorancia, es capacitismo y también es gordofobia. Pero al final la persona perjudicada soy yo. Y vaya mierda.

El sistema médico y políticas

Bueno, como ya podéis adivinar... Les médiques en sí mismes son parte de mi problema. Porque parece ser que no saben respetar a aquelles que nos salimos de la cisheteronormar. Porque seguro que achacarán todos mis problemas al hecho de que soy gorde y... Vivo en un país en el que la salud mental no se trata: se maltrata.

Para aquelles que no sepáis cómo van las cosas en Reino Unido: es el médico de cabecera quien te tiene que referir al servicio de salud mental que te toque. Y eso normalmente significa AÑOS de espera. Y luego, hacen las cosas muy malamente. Pero muchas veces no porque quieran: es porque el gobierno les obliga. Porque quieren que esto se convierta en Estados Unidos 2: Electric Boogaloo.

Es por eso por lo que llevo un año esperando a que me arreglen mi problema con las muelas del juicio. Como en mi caso es un procedimiento complejo que requiere anestesia general: me toca esperar. Al menos un año (que ya ha pasado). Y lo mismo me pasó con la cirugía para ayudarme con mi fístula. Sí, a pesar de que me estaba muriendo. Un año y un mes desde que mi médico de cabecera empezó a presionar con el asunto.

Ni se os ocurra votar a partidos de derechas, porque esta es la clase de cosas que pasan. O como puedo decir desde el pasado lunes: nuestra primera ministra es la cabeza de un gobierno ilegítimo, ya que no ha sido elegida por el pueblo. Eso sin mencionar que la señora es una fangirl de Margaret Thatcher.

Dinero

Que sí, hay una forma de evitar la transfobia, el capacitismo e incluso esperar dos años para que luego me digan "Llama a este número en dos semanas o te quitamos de la lista de espera".

... ¿tenéis 800 libras?

Porque ese es el precio más barato que he visto para un diagnóstico. Privado, obviamente.

Sinceramente, me he estado planteando ir por esta ruta porque siento que me estoy deteriorando muy rápido, y esperar años puede ser una idea terrible, especialmente si resulta que tengo razón y necesito tratamiento y/o terapia.

Pero claro, luego también está el asunto de que la NHS podría ver mi diagnóstico privado y decir: "Mira, no conocemos a este señore, así que este papel no es válido". En caso de necesitar medicación, esto puede ser un problema muy grave, porque debido a la transición de mi novia soy muy consciente del precio de prescripciones privadas. Y eso que mi novia tiene suerte y su tratamiento cae en la parte baja de lo mucho que puede costar transicionar.

El capitalismo tardío se nos está quedando cojonudo, supongo.

... ¿Conclusiones?

¿Y qué hago? En serio, ¿qué hago? ¿Hago el papeleo del cambio de nombre y tiro a lo público? ¿Ahorro y voy a lo privado? ¿Todo? ¿Me aguanto y me deterioro hasta que acabe en el hospital?

En serio. Ser neurodivergente en esta sociedad es una mierda pinchá en un palo. Que ya bastante tengo con que me digan que no hay apoyo o servicios para adultes autistas porque... ¡Somos adultes, ties! ¡Adultes! ¿Y si le añadimos el TDAH? ¿Qué hacemos? Porque según la sociedad no lo estoy haciendo tan mal si tengo un trabajo, vivo con mi novia y nos apañamos bien.

Claro, hasta que llegan las ocho de la tarde y estoy medio muerte en el sofá pensando "Tengo hambre, quiero comer, hay comida pero... ¿Qué hago?"

RoundSariel RantyPants, ¡fuera!

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